Cannaviviendo la vida: Esperanza

Sí, hoy los días huelen a esperanza. Por primera vez en semanas, voy a obligarme a oler a esperanza. ¡Quiero supurar esperanza! ¿Por qué? Porque tengo diecinueve años, estudio lo que siempre he soñado estudiar, vivo en Madrid con dos fantásticas compañeras de piso, tengo una mamá genial que me apoya, un hermanito precioso, un padre que sé que me quiere aunque no me lo diga, algún amigo que otro -ciertas decepciones en éste sentido-, soy forofa de un equipo de fútbol que es tan genial que no parece humano, tengo toda la vida por delante y unas ganas de comerme el mundo que no caben dentro de mí. He cometido errores por los que me siento culpable, y eso hace que me sienta mal. Pediría perdón, pero es demasiado tarde. Ok, sonará a tópico, pero toooodos nos equivocamos -más de una vez, y de dos- y yo no iba a ser una excepción. No tengo fuerzas para cargar con el pasado subiendo la tremenda cuesta de mi futuro próximo, así pues, he decidido dejar atrás ciertas cosas.

Además, hay algo que me impulsa. En realidad son varias cosas, pero una de ellas es "El mundo amarillo", de Albert Espinosa. ¡Qué grande! Lo recomiendo encarecidamente a todo aquél que quiera ser más feliz. Hoy mismo empezaré a poner en práctica algunos de los geniales consejos que da.

Éste blog es como un 'Todo a 100', habrá un poco de ésto, un poco de aquello... Sin reglas, sin horarios.

¡Bienvenidos a los días que huelen! Os dejo algunas fotos de Halloween. Me sorprendió la cantidad de gente que se disfraza en Madrid, ¡es genial!